jueves, 31 de diciembre de 2015

Una amistad, un tesoro.

Quién tiene un amigo, posee un tesoro; la amistad es un divino regalo. Expresiones como estas denotan como a través de los siglos se ha ido dando relevancia a una buena amistad. 
¿Qué  pasa cuando aunque estamos consiente de dicho tesoro, nos apetece aislarnos? Que empezamos a pensar estoy mejor SOLO. Esa distancia puede ser muy perjudicial porque él que se aísla busca su propio perjuicio, por eso visita con un poco de frecuencia la casa de tu amigo, capaz si tardas en ir, la maleza crezca en ese camino y luego te cueste más llegar de nuevo a su sendero. 
Cuando iniciamos este camino llamado vida, no sabíamos ni la alegría, ni las tristezas que nos esperaban en la travesía, por eso,  sí has conseguido un tesoro, un amigo que te sabe escuchar echa raíces hondas y oxigena esa relación, los amigos nos aportan compañía y salud. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario